¿Alguna vez lo has sentido? Suena la canción y, de repente, como si de una advertencia se tratase, entra en escena
ese ACORDE. Tiemblas, tu corazón se acelera, tu cuerpo se convierte en un pentagrama a merced de su sinfonía y, en un
instante, la canción ha terminado ¿La has escuchado? ¿Qué decía la letra?
Sus palabras podrían ser la llave para abrir la NÓICATIBAH, pero te hablan en otro lenguaje. Concretamente, en un lenguaje
mágico, pero no de los de “Bibidi Babidi Bú”, sino un lenguaje cuyas palabras aparecen y se desvanecen según los ojos que
las miren, las manos que las sientan o los oídos que las escuchen. Muchos han sido los eruditos que han intentado
descifrarlo, pero todos los mensajes escritos en este lenguaje inmediatamente se esfumaban en un eco silencioso. Aunque, en
realidad, las palabras que lo conformaban seguían latentes en: el techo, la luz o la tinta de sus bolígrafos. Entonces, no es que
desaparecieran, sino que, en realidad, simplemente dormían o se escondían en otro lugar, pero ningún erudito se percató de
ello.
Años más tarde, el erudito más erudito de los eruditos estaba en su sofá leyendo ojeando un análisis
sobre los diversos resultados que sustentaban las hipótesis más novedosas sobre el recién nombrado “Lenguaje Indescifrable”, cuando, de repente, sonó ese ACORDE (arghhh), una de sus hijas, disfrazada de pirata, hizo resonar su
voz por toda la casa recitando: “Rayos y Centellas Grita el Capitán, Rumbo Hacia el País de Nunca Jamás”. El padre, al que
acababan de sacar de su ensimismamiento, les mandó inmediatamente callar. Sin embargo, sus hijas se acercaron y le
preguntaron si quería hacer de Campanilla. La respuesta fue un rotundo:
- Shhh, ¡NO! ¿No veis que estoy trabajando?
La más pequeña le preguntó en que estaba trabajando y, entonces, el padre les explicó TODO con gran elocuencia. La
mediana, a la que le fascinaba cualquier cosa calificada como “mágica” pidió ver el mensaje. En tan solo unos segundos se
echó a reír, nunca había reído tanto, y dijo:
-
- Papá, es muy sencillo, no entiendo cómo no lo podéis ver o sentir. No es un “Lenguaje Indescifrable”, se llama el “Lenguaje de las Mil Estrellas”.
-
- ¿El “Lenguaje de las Mil Estrellas”?
-
- Sí, lo has entendido bien. No puedes leerlas porque son palabras vivas, necesitan que las sientan.Al igual que tú, también tienen sentimientos. No desaparecen, si no que migran a otros sitios: una canción, un beso de buenas noches, las gotas de lluvia algo parecido a lo que hacen las Estrellas. Se van, ya no están en el cielo, pero su luz siempre permanece; esto mismo pasa con las palabras vivas. Cuando no las sientes, es como si las hicieses invisibles y, entonces, se camuflan, se mimetizan con el entorno; por eso nunca pueden ser estudiadas sin antes ser comprendidas.